El 27 de febrero de 1829 en el Portete de Tarqui
el ejército peruano no logró unidad en sus batallones que fueron vencidos en
forma separada.
La batalla fue sangrienta y llena de
demostraciones de heroísmo; pero la presencia de Sucre, la estrategia y el
coraje de Flores, y la determinación de sus soldados, dieron sus frutos, los
peruanos fueron derrotados en todos los frentes y obligados a replegarse en
retirada hacia los desfiladeros de la meseta de Tarqui.
Ese día los peruanos perdieron dos mil
quinientos hombres entre muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos. Sucre
ordenó que se levantara en el campo de Tarqui una columna de jaspe con la
siguiente inscripción: "El ejército peruano de ocho mil soldados que
invadió la tierra de sus libertadores, fue vencido por cuatro mil bravos de
Colombia, el 27 de febrero de 1829".